LAS SUCULENTAS (152)
Letra: Jesusa Rodriguez. Música: Liliana Felipe
(para la Doctora Helia Bravo Hollis)
Para conocerlas hay que recorrerlas
Es indispensable no sentir temor
Es recomendable no guardar rencor.
Para enamorarlas, nada de halagarlas
Sólo es necesario deshumedecer
y a otros compromisos desobedecer…
Para someterlas, sólo acariciarlas,
toca sus espinas
si las imaginas es mucho mejor.
Todos los que amamos a las suculentas
nos acaloramos y ellas tan contentas,
no nos necesitan ni pa’los mandados
no prueban bocado
lo soportan todo con resignación.
La Doctora Bravo sabe ser amiga
de los candelabros y de los teteches
órganos gigantes, reinas de la noche,
nopal de lengüita, pitayo de mayo
qué flor tan bonita creo que me desmayo!
Descubrió la “Chende” que lleva su nombre
planta arborescente de rama abundante
tronco definido, leñoso y grisáceo,
siete ocho costillas de arista ondulante,
espinas tortuosas, areolas distantes,
sus flores son diurnas y son perfumadas,
en el perinato son oblanceoladas,
su fruto globoso, semilla encorvada,
con sus puntuaciones y reticulada.
La Doctora Bravo, Helia Bravoa Chende,
todas las cactáceas y las suculentas
gozan de su amor.
Larrea tridentata ó gobernadora,
que de los peyotes es la protectora,
la rotundifollia y las mammyllarias, pseudocoriphantas
los echinocactus y jacamatracas.
La Doctora Bravo, bravo bravo bravo!!!
supo conocerlas, supo alimentarlas,
y las suculentas como recompensa
le dieron el jugo que guarda el secreto de la juventud