PINTURA DE CASTAS (259)
Letra: Catherine Sasanov. Música: Liliana Felipe
The book of hours/Las horas de Belén
Una vez en el muro de una sacristía
me encontré con mi casta: mi viacrucis
mi estación en la vida.
El único retrato que se hiciera jamás de mi familia:
mi padre amagando con un cuchillo el cuello de mi madre,
su cabeza echada hacia atrás,
su pelo en su puño, el cuchillo en el cuello.
Y yo junto a ellos, con los brazos abiertos
presentando orgullosa nuestra raza al mundo:
Padre cuchillo, madre cabeza,
pelo en su puño, brazos abiertos,
raza orgullosa, sangre con sangre,
negro más india: sale china cambuja.
Vaya licencia artística vaya licencia,
esa mugre en mi ropa,
el pintor desgarró mi vestido.
Nosotros tres pintados enfrente de una barranca
donde nunca vivimos.
Hasta la sangre que goteaba
del rostro aterrado de mi madre,
apareció muchos años después
otro hombre, otro cuchillo, otro hombre, otro lugar.
Con un puñado de monedas
aquel pintor le prometió a mi padre
que nos haría posar solamente dos horas.
Bueno, nos hizo posar para siempre,
mis padres ya no son mis padres,
mis padres son nada, son cosas,
son sólo un ejemplo de envilecimiento y debilidad
y yo el producto final de los dos.
Negros, indios, españoles-
te recuestas en sus brazos
y despiertas a una casta,
dieciséis mezclas de sangre.
Padre cuchillo, madre cabeza,
pelo en su puño, brazos abiertos,
raza orgullosa, sangre con sangre,
vaya licencia, mugre en mi ropa,
una barraca, rostro aterrado,
otro cuchillo, otro lugar,
negro más india: sale china cambuja.
Todos los colores quebrados
que pueden formar un cuerpo, un cuerpo:
un cuerpo que se vende como una cama,
un oscuro telón de fondo.
Todas esas veces en que los hombres pagaron
por poner sus manos encima de mi piel
sólo para ver que su carne se hacía
todavía más blanca.
Traducción: Alberto Blanco