Letra: Jesusa Rodríguez basada en un texto de Fray Bernardino de Sahagún de la Historia general de las cosas de Nueva España.
Música: Liliana Felipe
Hablado: Decían que el vino se llama centzontololochti, que quiere decir “cuatrocientos conejos”, porque tiene muchas y diversas maneras de borrachería.
Algunos borrachos, por razón del signo en que nacieron,
el vino no les es perjudicial
por el contrario, otros cáense dormidos,
ninguna travesura hacen ni dicen.
Y otros borrachos comienzan a llorar tristemente
Y por sus ojos, córrenles las lágrimas como arroyos de agua.
Y otros borrachos comienzan a cantar, y no quieren hablar,
cantar les sirve de consolación.
Y otros borrachos no cantan,
se van a platicar consigo mismo,
y a decir algunas desvergüenzas contra otros,
y mueven la cabeza diciendo ser ricos y reprendiendo a otros de pobreza.
Y cuando están en su juicio son como cosas avergonzadas y dicen:
“Estaba borracho y no supe lo que hacía. Estaba borracho perdido”.
Y otros borrachos sospechan mal.
y entienden las cosas al revés,
y levantan falsos testimonios a sus mujeres,
diciendo que son malas mujeres.
Y luego comienzan a enojarse
con cualquiera que habla a su mujer.
Y si alguno habla, piensa que murmura dél.
Y si alguno ríe, piensa que se ríe dél.
Y así riñe con todos sin razón y sin porqué.
Esto hace por estar trastornado del vino, trastornado por el vino.
Y si es mujer la que se emborracha,
Luego se cae sentada en el suelo,
Encogidas las piernas tirada en el piso.
Si está muy borracha, desgréñase el cabello
Y así descabellada se duerme.
Cada borracho tiene su conejo y hay tantos conejos como tipo de borrachos.
Si no sabes cómo te aconejas, mejor no te emborraches.
Tomado de Fray bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España, 1988, t.I, pp 239-240.