ANTES DEL TSUNAMI

ANTES DEL TSUNAMI (357)
Jesusa Rodriguez y Liliana Felipe

Antes del tsunami,
nos habíamos olvidado de leer el cielo,
de las aguas que vienen y van,
de escuchar a los árboles cantar,
de sentir los dedos de los pies,
de amanecer con el sol
y de sentir el temblor del corazón.

Antes del tsunami,
se podía encender la primavera con un apagador,
el verano con un doble click,
el invierno moría detrás del tanque de gas.
Las estaciones pasaban como estaciones del metro
y las hojas de otoño en bolsas de basura.

Antes del tsunami,
los animales sospechaban de nuestra presencia
ahora nos miran con pena.

Antes del tsunami,
ya había millones de muertos flotando en las aguas
en el mar de nuestra indiferencia.

Sorprendidos y asustados, esquivando chatarra
y ahogados en tanta violencia,
el agua nos lleva nos sigue arrastrando,
nos hunde, nos saca, el agua que fluye, el agua que brota,
el agua que a veces nos deja flotar.

Superiores y orgullosos, declaramos la guerra y el odio a la naturaleza,
vendemos el agua, cobramos el agua, gastamos el agua, robamos el agua,
el agua que somos el agua que a veces nos puede matar.

Antes del tsunami,
se podía beber el agua sin sentir ningún temor.